El empresario José Luis Alonso, exdirector de Ancap por Cabildo Abierto —que renunció al partido liderado por Manini Ríos en mayo de este año— se sumó a la agrupación Crece del Partido Colorado y apoyará la candidatura presidencial de Robert Silva.
«Todo ser humano tiene luces y sombras, y en el caso de Robert Silva, lo importante está cubierto con creces, es genuino, no una construcción política, y su luz ilumina con liderazgo ético, empático y potenciador de la responsabilidad social a cada uno de los integrantes del grupo; mientas que su sombra en lugar de impedir, potencia el crecimiento y lucimiento personal en beneficio del conjunto», dijo Alonso a El País, consultado por las razones que lo llevaron a apoyar a Silva.
«También ha dado forma al movimiento Crece, que no padece la enfermedad jerárquica de la imposición arbitraria, sino que promueve el llegar en cada problema a la mejor solución posible en base a aportes complementarios desde variadas perspectivas técnicas», agregó.
Sobre qué espera aportar a la agrupación del Partido Colorado, Alonso apuntó: «Capacidad de análisis, ideas, desarrollo de organización y métodos, aporte de logística para un crecimiento ordenado, visión desde la perspectiva ciudadana y la aplicación efectiva del concepto de Cultura de Paz desde este movimiento hacia la sociedad en su conjunto».
José Luis Alonso fue candidato de la coalición como suplente de Laura Raffo en las elecciones municipales de Montevideo. Luego, fue escogido como director de Ancap por Cabildo Abierto.
En mayo de este año, tras la salida de Irene Moreira como ministra de Vivienda, Alonso se desmarcó de la postura adoptada por el líder cabildante, Guido Manini Ríos. «Lo menos que podemos hacer es respetar las decisiones que toma el presidente« Luis Lacalle Pou, aseguró en diálogo con El País.
Sus dichos generaron rispideces dentro del partido que desembocaron en su renuncia, tanto al cargo en Ancap como en Cabildo Abierto.
A través de una carta, Alonso expuso que en Cabildo Abierto hay «desorden», y mencionó «órdenes fuera de orden», «reacciones fuera de la línea» que «se tornan costumbre» y la impugnación de «acciones no consensuadas». También expresó que tuvo «exceso de confianza y baja percepción del riesgo» al integrarse «a una estructura sin marca ni trayectoria de respaldo», a lo que calificó como un error.
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